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SOBRE LA METAMORFOSIS EN QUESADA DE LAS RATAS DE PELO POSTIZO AZUL HASTA CONVERTIRSE EN RATAS DE PELO POSTIZO ROJO.
Hay una rata, y digo rata porque su falta de ética y de moralidad no indica otra cosa, que en su tiempo fue azul porque vestía el uniforme de falange, esta rata, consciente de que el barco se hundía y que ya no podría ejercer sus labores de trepa y arribismo en el mismo, decidió cambiar de pelo. El pelo azul postizo lo cambió por pelo postizo rojo, y dirán ustedes porqué digo postizo, pues por que se pone y se quita según la ocasión! que lo importante para ellos es trincar!. Esta rata convertida ya en rata de pelo postizo rojo medró apoyada por otra pléyade de ratillas de medio pelo hasta convertirse en capitán del barco recién abordado. Ya con el mando en su poder se dedicó a lo que le empujaba su deshonor rateril hasta que fue imputado en sendos delitos,! esto no es cosecha mía sino que ya lo publicó el Diario Jaén en su día!, pero nada importó este extremo pues la rateril pléyade de medio pelo lo volvió a elegir capitan del barco. Ante esta situación deberíamos plantearnos algunos interrogantes:
¿Quién será la rata de pelo postizo rojo?, ojo que es postizo para despistar, porque lo del marxismo le va poco, más bien gusta de enriquecimiento personal a lo capitalista.
¿Lo del pelo postizo rojo es inherente a su rateril especie y está en su genética o es una enfermedad que se contagia y que padecieron ratas rojas gordas como Corcuera, Vera, Roldán o la padecen en la actualidad ratas como las de la Diputación de Almería y la rata roja de La Iruela, estos sólo a modo de ejemplo?
¿Con esta imputación que pronto verá el juicio estamos en el derecho de llamar a esta rata roja presunto delincuente, vamos para entendernos presunto chorizo?
¿Presionaran las orondas y totalitarias ratas de Sevilla a algún funcionario, ya sea amenazándolo, coaccionándolo o prometiéndole alguna clase de medro, para que se archive, reduzca o suavice algún cargo y por tanto salga tan bien librada como la rata roja de La Iruela?
Estas y otras incognitas se descifrarán en el devenir de los tiempos. Y es que "ex tanto latrocinio" que podemos esperar.
Hay una rata, y digo rata porque su falta de ética y de moralidad no indica otra cosa, que en su tiempo fue azul porque vestía el uniforme de falange, esta rata, consciente de que el barco se hundía y que ya no podría ejercer sus labores de trepa y arribismo en el mismo, decidió cambiar de pelo. El pelo azul postizo lo cambió por pelo postizo rojo, y dirán ustedes porqué digo postizo, pues por que se pone y se quita según la ocasión! que lo importante para ellos es trincar!. Esta rata convertida ya en rata de pelo postizo rojo medró apoyada por otra pléyade de ratillas de medio pelo hasta convertirse en capitán del barco recién abordado. Ya con el mando en su poder se dedicó a lo que le empujaba su deshonor rateril hasta que fue imputado en sendos delitos,! esto no es cosecha mía sino que ya lo publicó el Diario Jaén en su día!, pero nada importó este extremo pues la rateril pléyade de medio pelo lo volvió a elegir capitan del barco. Ante esta situación deberíamos plantearnos algunos interrogantes:
¿Quién será la rata de pelo postizo rojo?, ojo que es postizo para despistar, porque lo del marxismo le va poco, más bien gusta de enriquecimiento personal a lo capitalista.
¿Lo del pelo postizo rojo es inherente a su rateril especie y está en su genética o es una enfermedad que se contagia y que padecieron ratas rojas gordas como Corcuera, Vera, Roldán o la padecen en la actualidad ratas como las de la Diputación de Almería y la rata roja de La Iruela, estos sólo a modo de ejemplo?
¿Con esta imputación que pronto verá el juicio estamos en el derecho de llamar a esta rata roja presunto delincuente, vamos para entendernos presunto chorizo?
¿Presionaran las orondas y totalitarias ratas de Sevilla a algún funcionario, ya sea amenazándolo, coaccionándolo o prometiéndole alguna clase de medro, para que se archive, reduzca o suavice algún cargo y por tanto salga tan bien librada como la rata roja de La Iruela?
Estas y otras incognitas se descifrarán en el devenir de los tiempos. Y es que "ex tanto latrocinio" que podemos esperar.