Es la humilde
casa Los Botijos
mi artesana cuna de infancia.
Rudos brazos que me abrazan
de sagrado terciopelo…
Mullido de blancas sabanas.
El sabor de su alhacena
de
aceitunas,
nueces, y uvas pasas.
En su regazo inmortal de silencio
cuento viejas alegrías, llantos,
juegos,
remordimientos y miedos…
ecos de parientes lejanos,
y los nombres de mis muertos.
@Anif Larom