El hombre que sujeta la copa y la botella de vino es: Antonio Pedro Pablo Padilla
Torres, mi bisabuelo.
Nació en 1875 y murió un 8 de Junio de 1905 con 30 años, en La Solana, a las 18;30 de la tarde.
La
foto data, aproximadamente, entre 1895 y 1898, durante la guerra de
Cuba.
Fina Moral Padilla
En definitiva, es el padre de mi abuelo Antoñolín y mi abuela Maravilla, y por consiguiente, es el abuelo de mi padre, Pablo y de mi madre, Nati (ambos, primos hermanos) Toda una joya del baúl de nuestros recuerdos.
Historia:
La Guerra de los Diez Años, Guerra del 68 o Guerra Grande (1868-1878), también conocida en
España como Guerra de Cuba, fue la primera de las tres guerras cubanas de independencia contra las fuerzas coloniales españolas. La guerra comenzó con el Grito de Yara, en la
noche del 9 al 10 de octubre de 1868, en la
finca La Demajagua, en Manzanillo, que pertenecía a Carlos Manuel de Céspedes.
Terminó diez años más tarde con la Paz de Zanjón o Pacto de Zanjón, donde se establece la capitulación del
Ejército Independentista Cubano frente a las tropas españolas. Este acuerdo no garantizaba ninguno de los dos objetivos fundamentales de dicha guerra: la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud. Por dicha razón, grupos dispersos de patriotas cubanos continuaron luchando durante la mayor parte del año 1878 e intentarían reiniciar la lucha durante la llamada Guerra Chiquita (1879-1880).
Según el informe presentado por el presidente del gobierno español Antonio Cánovas del
Castillo ante las Cortes la guerra había causado unos cien mil muertos y había costado doscientos cincuenta millones de pesetas. 10
Índice
1 Antecedentes
2 Causas de la guerra
2.1 Causas económicas
2.2 Causas políticas
2.3 Causas sociales
2.4 Opinión de José Martí sobre la guerra
3 La guerra
4 La ofensiva de la metrópoli: la "españolización" de la isla
5 Cronología
6 Personajes importantes
7 Leyes puestas en práctica por el gobierno de la República en armas
8 Estudiantes de medicina fusilados el 27 de noviembre de 1871
9 Propiedades embargadas
10 Solidaridad internacional con los independentistas cubanos
11 Solidaridad alemana con España
12 Historia posterior
13 Causas del fracaso
14 Notas
15 Bibliografía
16 Enlaces externos
Antecedentes
Las "leyes especiales" prometidas en la Constitución española de 1837 nunca se promulgaron por lo que la isla de Cuba siguió regida por un capitán general que ejercía un poder prácticamente absoluto, generalmente en favor de los grandes propietarios de las plantaciones esclavistas de caña de azúcar —la llamada "sacarocracia"—, por ejemplo, tolerando la entrada clandestina de medio millón de esclavos procedentes de África entre 1820 y 1873. Ese estado de cosas se mantuvo hasta que apareció un nuevo grupo de propietarios ligados al
comercio y a las empresas tabaqueras, en su mayoría emigrantes españoles de primera o segunda generación. Los gobiernos de la Unión Liberal del general O'Donnell formaron una comisión para estudiar las reformas que se debían aplicar en Cuba pero no llegó a ninguna conclusión. En ese contexto es en el que se produjo el Grito de Yara que inició la primera guerra de la independencia cubana. 11
Causas de la guerra
Causas económicas
Cuba estaba siendo afectada por las crisis económicas de los años 1857 y 1866.
Las regiones occidental y oriental tenían diferente situación económica. La región occidental era más desarrollada, tenía más esclavos, mayor producción y más facilidades de comercio que la zona oriental. Esto hacía que muchos hacendados orientales se arruinaran.
España imponía altos impuestos y tributos sin consultar con los habitantes de la isla.
España sostenía un rígido control comercial que afectaba enormemente a la economía en la isla.
España utilizaba los fondos extraídos de la isla para asuntos ajenos al interés cubano, como financiar grandes desembolsos armamentísticos (más de la tercera parte del presupuesto nacional), desarrollar la colonia de Fernando Poo y otros. Estos gastos se hacían en un momento que se necesitaba un fuerte proyecto inversionista para modernizar la industria azucarera, lo cual empeoraba la situación de la colonia.
La comprensión de la necesidad de introducir el trabajo asalariado como única
vía para hacer avanzar la industria azucarera, algo poco dado en las colonias españolas.