Han sido muchas las veces que he recorrido con botas embarradas los duros
caminos de las sierras cercanas, que he paseado sus contornos buscando ranas y saltando
piedras para cruzar su orilla, manteniendo el equilibrio en las dos vigas que atravesaban, hasta hace un año, esos pilares que se ven en la
foto.
Unos metros más arriba se encuentran las
ruinas del antiguo
molino de aceite de “
Colmena” Unos metros más abajo se encuentra el nacimiento de
agua salada. Ese día veía abundantes chorros descender por la ladera. El
río está precioso y yo, dichosa de poder saborear su olor y sentir ese
juego de luz y agua recorrerme por fuera y por dentro...
@Anif Larom.