Buenos días a tod@s.
Al principio, cuando veía que en mi tierra (y cuando digo tierra, por extensión, me refiero a todo Andalucía) llovía mucho, me alegraba porque así nuestros pantanos aumentarían su volúmen de agua almacenada y, cuando más captaran, menos apuros pasarían nuestra agricultura y nuestros hogares. Pero allá por diciembre pasado la cosa empezó a ponerse preocupante: En Cádiz llovía demasiado y la zona de Jerez se inundaba. Después vendrían las inundaciones en Málaga, Granada, etc.
Empezaba a ver con preocupación que muchos cultivos empezaban a estropearse por causas del agua/humedad y a esto se unían los destrozos en viviendas y enseres. Hoy veo que, además de los fallos en los suministros eléctricos como los sufridos por el amigo Verain, en las Navas de San Juan se han derrumbado tejados, en Andújar casi se ha desbordado el Guadalquivir amenazando a la ciudad, las carreteras sufren serios desperfectos,...
Hace tiempo, cuando había destrozos por causas naturales, pensaba que ocurrían en zonas del tercer mundo sobre todo, que los hechos más graves ocurrían en zonas pobres y no afectaban apenas al occidente civilizado y rico. Hoy casi sigo pensando igual, lo que pasa es que he decidido ampliar la zona a la que llamamos tercer mundo y ahí incluyo a nuestra tierra, donde, con un desempleo superior al 30 por cierto, muchas familias tratarán de subsistir con ayudas del estado o de la Convención de Países para Acabar con el Subdesarrollo, en forma de show televisivo presentado por artistas de moda en el que los televidentes llaman por teléfono ofreciendo ayuda monetaria para paliar los efectos de la catástrofe.
En el norte nos ven como el vecino pobre y subvencionado que no tiene la culpa de ser vago, porque eso va con su naturaleza norteafricana y está causado por el clima. No nos ven capaces de agachar la cabeza, apretar los dientes, y coger al toro por los cuernos. Ellos producen para que nosotros vivamos (de esto podremos hablar otro día).
Y ahora viene el clima y hunde a más gente en la miseria, como si no tuvieran bastante con el desempleo.
Y encima viene el Barcelona y cosecha un valioso empate.
País, país.
Un abrazo.
Al principio, cuando veía que en mi tierra (y cuando digo tierra, por extensión, me refiero a todo Andalucía) llovía mucho, me alegraba porque así nuestros pantanos aumentarían su volúmen de agua almacenada y, cuando más captaran, menos apuros pasarían nuestra agricultura y nuestros hogares. Pero allá por diciembre pasado la cosa empezó a ponerse preocupante: En Cádiz llovía demasiado y la zona de Jerez se inundaba. Después vendrían las inundaciones en Málaga, Granada, etc.
Empezaba a ver con preocupación que muchos cultivos empezaban a estropearse por causas del agua/humedad y a esto se unían los destrozos en viviendas y enseres. Hoy veo que, además de los fallos en los suministros eléctricos como los sufridos por el amigo Verain, en las Navas de San Juan se han derrumbado tejados, en Andújar casi se ha desbordado el Guadalquivir amenazando a la ciudad, las carreteras sufren serios desperfectos,...
Hace tiempo, cuando había destrozos por causas naturales, pensaba que ocurrían en zonas del tercer mundo sobre todo, que los hechos más graves ocurrían en zonas pobres y no afectaban apenas al occidente civilizado y rico. Hoy casi sigo pensando igual, lo que pasa es que he decidido ampliar la zona a la que llamamos tercer mundo y ahí incluyo a nuestra tierra, donde, con un desempleo superior al 30 por cierto, muchas familias tratarán de subsistir con ayudas del estado o de la Convención de Países para Acabar con el Subdesarrollo, en forma de show televisivo presentado por artistas de moda en el que los televidentes llaman por teléfono ofreciendo ayuda monetaria para paliar los efectos de la catástrofe.
En el norte nos ven como el vecino pobre y subvencionado que no tiene la culpa de ser vago, porque eso va con su naturaleza norteafricana y está causado por el clima. No nos ven capaces de agachar la cabeza, apretar los dientes, y coger al toro por los cuernos. Ellos producen para que nosotros vivamos (de esto podremos hablar otro día).
Y ahora viene el clima y hunde a más gente en la miseria, como si no tuvieran bastante con el desempleo.
Y encima viene el Barcelona y cosecha un valioso empate.
País, país.
Un abrazo.