Buenas Noches tengan Vuestras Mercedes…
“Amigo Damián”, perdona tío que te llame así, pero ya llevamos bastante tiempo charlando, y de algunos temas que, quizás con otras personas, no sé si amigos o no, pero más cercanas que yo, no hayas comentado. Y me refiero al tema de los árboles y a las raíces que con más robustez y vitalidad mantienen a esa planta ensamblado a la Naturaleza Madre, pero no quiero profundizar más de lo estrictamente “necesario” en unos recuerdos en el que tú únicamente eres su administrador y a tu voluntad se estimulan. De todas maneras, gracias por unas explicaciones a las que las debe mover el dolor.
Cambiando de tema te diré que yo no frecuentaba esos lugares donde solías pasar buenos ratos con tus amigos y amigas Mari y la Argentina, más que todo porque yo soy una persona muy friolera y las Ventas Frías no creo que ayudaran a levantar mi temperatura corporal, si al menos hubieran sido Ventas Calientes, pues no sé…
Oye Damián, ¿te has dado cuenta que nos han dejado como dos únicos espadas en un mano a mano? Seguro que ellos están perfectamente apoyados desde la barrera viendo como nosotros lanceamos, cambiamos de suertes, intentamos hilvanar una faena decorosa y luchando con el toro de la tertulia, aunque más que toro debe ser una cabra para estar yo liando en el centro del ruedo. No critico que los demás diestros no salgan del callejón, pero coj…. de vez en cuando bien valdría que nos hicieran un quite, ¿no crees? Sobre todo el Forastero, al que me contó un “amigo” que le gusta mucho, no sólo estar en la barrera, sino en las gradas, a la sombra y al lado del búcaro. Jajá, jajá….
Y ahora paso a explicarte el término “Las Barandas”. Vamos a ver cómo empiezo:
Como tú dices que sólo tienes recuerdos de nuestro Pueblo, pues ellos voy a remover para ponernos en situación. Cuando salías de la Caja para ir a tomar el café del desayuno al Carbonero o la liguilla del mediodía al Tenis o al Nacional, tras cuadrar y cerrar la caja, lo hacías girando a la derecha y caminando hacía el Ayuntamiento, pues justamente las escalerillas que te daban acceso al paseo Gallego Díaz son Las Barandas físicas, urbanas y el “mentidero” de la Villa. En tiempos más remotos el Tenis tenía una terraza con mesas de madera que llegaba, en esa acera, hasta esas escalerillas antes mencionadas, que en esos tiempos sólo estaban en el centro y en la acera del Convento. En la acera del Tenis no había escaleras y terminaba en pared, supongo que para evitar que la gente cayera por esa pared pusieron unas barandas de madera donde la gente se apoyaba y contaban sus avatares. De ahí, y por esas barandas nació el nombre de Las Barandas como el sitio oficial de tertulia, aunque también por las mañanas y al solecito es propia La Puerta de la Villa.
Por otro lado, y como homenaje a este sitio característico de este nuestro Pueblo, también se denominó con este nombre a un foro que un altruista Sabioteño, afincado en Madrid, creó y mantiene para todos los sabioteños y demás personas que entran con respeto y educación. Un sitio muy agradable al que yo pertenecí, más o menos, desde su nacimiento hasta el día 12 de Octubre de 2008 que, por asuntos que ahora no vienen al caso, voluntariamente abandoné de forma activa, aunque de vez en cuando siga abriendo sus ventanas para oír a mis antiguos compañeros. Es un espacio acogedor, ameno, entretenido e instructivo al que yo tengo mucho cariño, ya que aprendí mucho bajo su techo y, lo más importante, me ha regalado algunos amig@s que sin conocerlos personalmente, y como tu árbol…. han brotado con una profundidad en sus raíces que serán muy difícil de secar.
Y ahora que no nos escucha nadie, amigo Damián, me dejaré pillar por el toro de la cama en un revolcón que parezca aparatoso para ver si salen de una “puñetera” vez los que no dejan de mirarnos desde la barrera. ¿Ay! ¡Ay! Que me mata este bicho… Socorro, socorro….
Perdón, gracias y… un abrazo de todo corazón para tod@s... tod@s...
“Amigo Damián”, perdona tío que te llame así, pero ya llevamos bastante tiempo charlando, y de algunos temas que, quizás con otras personas, no sé si amigos o no, pero más cercanas que yo, no hayas comentado. Y me refiero al tema de los árboles y a las raíces que con más robustez y vitalidad mantienen a esa planta ensamblado a la Naturaleza Madre, pero no quiero profundizar más de lo estrictamente “necesario” en unos recuerdos en el que tú únicamente eres su administrador y a tu voluntad se estimulan. De todas maneras, gracias por unas explicaciones a las que las debe mover el dolor.
Cambiando de tema te diré que yo no frecuentaba esos lugares donde solías pasar buenos ratos con tus amigos y amigas Mari y la Argentina, más que todo porque yo soy una persona muy friolera y las Ventas Frías no creo que ayudaran a levantar mi temperatura corporal, si al menos hubieran sido Ventas Calientes, pues no sé…
Oye Damián, ¿te has dado cuenta que nos han dejado como dos únicos espadas en un mano a mano? Seguro que ellos están perfectamente apoyados desde la barrera viendo como nosotros lanceamos, cambiamos de suertes, intentamos hilvanar una faena decorosa y luchando con el toro de la tertulia, aunque más que toro debe ser una cabra para estar yo liando en el centro del ruedo. No critico que los demás diestros no salgan del callejón, pero coj…. de vez en cuando bien valdría que nos hicieran un quite, ¿no crees? Sobre todo el Forastero, al que me contó un “amigo” que le gusta mucho, no sólo estar en la barrera, sino en las gradas, a la sombra y al lado del búcaro. Jajá, jajá….
Y ahora paso a explicarte el término “Las Barandas”. Vamos a ver cómo empiezo:
Como tú dices que sólo tienes recuerdos de nuestro Pueblo, pues ellos voy a remover para ponernos en situación. Cuando salías de la Caja para ir a tomar el café del desayuno al Carbonero o la liguilla del mediodía al Tenis o al Nacional, tras cuadrar y cerrar la caja, lo hacías girando a la derecha y caminando hacía el Ayuntamiento, pues justamente las escalerillas que te daban acceso al paseo Gallego Díaz son Las Barandas físicas, urbanas y el “mentidero” de la Villa. En tiempos más remotos el Tenis tenía una terraza con mesas de madera que llegaba, en esa acera, hasta esas escalerillas antes mencionadas, que en esos tiempos sólo estaban en el centro y en la acera del Convento. En la acera del Tenis no había escaleras y terminaba en pared, supongo que para evitar que la gente cayera por esa pared pusieron unas barandas de madera donde la gente se apoyaba y contaban sus avatares. De ahí, y por esas barandas nació el nombre de Las Barandas como el sitio oficial de tertulia, aunque también por las mañanas y al solecito es propia La Puerta de la Villa.
Por otro lado, y como homenaje a este sitio característico de este nuestro Pueblo, también se denominó con este nombre a un foro que un altruista Sabioteño, afincado en Madrid, creó y mantiene para todos los sabioteños y demás personas que entran con respeto y educación. Un sitio muy agradable al que yo pertenecí, más o menos, desde su nacimiento hasta el día 12 de Octubre de 2008 que, por asuntos que ahora no vienen al caso, voluntariamente abandoné de forma activa, aunque de vez en cuando siga abriendo sus ventanas para oír a mis antiguos compañeros. Es un espacio acogedor, ameno, entretenido e instructivo al que yo tengo mucho cariño, ya que aprendí mucho bajo su techo y, lo más importante, me ha regalado algunos amig@s que sin conocerlos personalmente, y como tu árbol…. han brotado con una profundidad en sus raíces que serán muy difícil de secar.
Y ahora que no nos escucha nadie, amigo Damián, me dejaré pillar por el toro de la cama en un revolcón que parezca aparatoso para ver si salen de una “puñetera” vez los que no dejan de mirarnos desde la barrera. ¿Ay! ¡Ay! Que me mata este bicho… Socorro, socorro….
Perdón, gracias y… un abrazo de todo corazón para tod@s... tod@s...