Buenos días a tod@s
No, Verain, que aún estamos aquí, que no nos hemos ido, pero es que en verano hay más cosas que hacer; la presencia del sol nos revitaliza, nos hace salir del aletargamiento al que nos tenía sometido el invierno y nos volvemos hiperactivos. Yo me paso el invierno pidiendo que vuelva la luz, que no me gusta estar diariamente bajo un cielo encapotado de nubes, gris, sin sol, sin luz, o con niebla (¡con la cantidad de agua que la niebla escupe por aquí!), con lluvia, nieve, … En cuanto llega mayo, me acuerdo del grito de guerra de las Cruces pidiendo buen tiempo: ¡Santa Cruz, sol y moscas!
Las noches en este tiempo son más cálidas, más hermosas, y la gente sale durante más tiempo a la calle, a las terrazas de los bares o a las plazas públicas, aunque sea solamente a charlar con los vecinos. Es curioso, pero en el otoño y el invierno la gente no se para con nadie, parece no tener relación con nadie; debe ser por el frío, pienso yo, pero luego, pensando que incluso en Granada y en Jaén hace más frío que en Logroño, llego a la conclusión que es su corazón el que se ha enfriado, que han entrado en una especie de hibernación sentimental que les hace no salir de casa hasta el fin de semana en que la mayoría se marcha a un centro comercial a sentarse en una mesa de cualquier cafetería y tomarse un café o un refresco.
Pero ahora estamos en verano, la vida vuelve a tomar las calles; yo, a pesar de la amenaza de ola de calor, estoy deseando que llegue el miércoles. A las cinco y cuarto salgo en autobús para el pueblo, y a la mañana siguiente, a las 09,45 cojo otro bus en Belorado que me llevará a Madrid sin escalas, y allí, a las 14,00 horas saldré de las estación de Méndez Álvaro hacia Granada. Espero que la huelga del metro no entorpezca mis planes y, si Dios quiere (y eso que soy ateo), a las 19,00 estaré en mi tierra. 9 días 9, como en los carteles taurinos.
Además, no sé si estar de acuerdo contigo o no en lo de “a veces he tenido problemas cuando mis manos han escrito lo que el corazón le ha dictado. Sin embargo, si lo que quieres es llevarte bien con todos y no tener problemas con nadie, aunque no seas tú mismo, pues entonces…. tienes que escribir más con la cabeza, aunque eso acarree llevar la contraria a tu corazón, no estar en paz con tu conciencia, y lo que es peor… no poder conciliar el sueño.” Mira, yo hago siempre buena la frase aquella de que “el corazón tiene razones que la razón no entiende”, y trato de escribir con el corazón. Si algo de lo que he dicho no sienta bien, será porque no ha sido bien interpretado, pero eso se arregla luego. Así no castigo mi conciencia ni mi cuerpo con menos horas de sueño de las necesarias, que en mi caso y con la edad que ya tengo, son muchas. Escribir con el corazón reporta paz, tranquilidad, alegría, bienestar, … y muchas más sensaciones positivas; por lo menos a mí. Además, aunque tú te manifiestas con una escritura repensada, esto sólo lo ha sido en cuanto a la forma, en cuanto al contenido, ha sido un discurso sentido y directo. Y me gusta.
Lo del jürgol lo vamos a dejar, porque hay muchos temas de los que tratar en relación con ello y sería largo, pero lo único que os digo a todos es que pase lo que pase mañana, somos CAMPEONES, por historia, por arte, por emociones, por variedad,… y, sobre todo, PORQUE NOS LO MERECEMOS.
Un abrazo a tod@s, a Salaria, al Forastero, a Zaidín, a Lug, a Verain, a Ury, a Jospa, al que enciende las luces y al que las apaga, al que nos lee y al que no, al que le gusta lo que decimos y al que no, al que … ¡para, Damián, que te cuelas! Bueno, os aprecio.
No, Verain, que aún estamos aquí, que no nos hemos ido, pero es que en verano hay más cosas que hacer; la presencia del sol nos revitaliza, nos hace salir del aletargamiento al que nos tenía sometido el invierno y nos volvemos hiperactivos. Yo me paso el invierno pidiendo que vuelva la luz, que no me gusta estar diariamente bajo un cielo encapotado de nubes, gris, sin sol, sin luz, o con niebla (¡con la cantidad de agua que la niebla escupe por aquí!), con lluvia, nieve, … En cuanto llega mayo, me acuerdo del grito de guerra de las Cruces pidiendo buen tiempo: ¡Santa Cruz, sol y moscas!
Las noches en este tiempo son más cálidas, más hermosas, y la gente sale durante más tiempo a la calle, a las terrazas de los bares o a las plazas públicas, aunque sea solamente a charlar con los vecinos. Es curioso, pero en el otoño y el invierno la gente no se para con nadie, parece no tener relación con nadie; debe ser por el frío, pienso yo, pero luego, pensando que incluso en Granada y en Jaén hace más frío que en Logroño, llego a la conclusión que es su corazón el que se ha enfriado, que han entrado en una especie de hibernación sentimental que les hace no salir de casa hasta el fin de semana en que la mayoría se marcha a un centro comercial a sentarse en una mesa de cualquier cafetería y tomarse un café o un refresco.
Pero ahora estamos en verano, la vida vuelve a tomar las calles; yo, a pesar de la amenaza de ola de calor, estoy deseando que llegue el miércoles. A las cinco y cuarto salgo en autobús para el pueblo, y a la mañana siguiente, a las 09,45 cojo otro bus en Belorado que me llevará a Madrid sin escalas, y allí, a las 14,00 horas saldré de las estación de Méndez Álvaro hacia Granada. Espero que la huelga del metro no entorpezca mis planes y, si Dios quiere (y eso que soy ateo), a las 19,00 estaré en mi tierra. 9 días 9, como en los carteles taurinos.
Además, no sé si estar de acuerdo contigo o no en lo de “a veces he tenido problemas cuando mis manos han escrito lo que el corazón le ha dictado. Sin embargo, si lo que quieres es llevarte bien con todos y no tener problemas con nadie, aunque no seas tú mismo, pues entonces…. tienes que escribir más con la cabeza, aunque eso acarree llevar la contraria a tu corazón, no estar en paz con tu conciencia, y lo que es peor… no poder conciliar el sueño.” Mira, yo hago siempre buena la frase aquella de que “el corazón tiene razones que la razón no entiende”, y trato de escribir con el corazón. Si algo de lo que he dicho no sienta bien, será porque no ha sido bien interpretado, pero eso se arregla luego. Así no castigo mi conciencia ni mi cuerpo con menos horas de sueño de las necesarias, que en mi caso y con la edad que ya tengo, son muchas. Escribir con el corazón reporta paz, tranquilidad, alegría, bienestar, … y muchas más sensaciones positivas; por lo menos a mí. Además, aunque tú te manifiestas con una escritura repensada, esto sólo lo ha sido en cuanto a la forma, en cuanto al contenido, ha sido un discurso sentido y directo. Y me gusta.
Lo del jürgol lo vamos a dejar, porque hay muchos temas de los que tratar en relación con ello y sería largo, pero lo único que os digo a todos es que pase lo que pase mañana, somos CAMPEONES, por historia, por arte, por emociones, por variedad,… y, sobre todo, PORQUE NOS LO MERECEMOS.
Un abrazo a tod@s, a Salaria, al Forastero, a Zaidín, a Lug, a Verain, a Ury, a Jospa, al que enciende las luces y al que las apaga, al que nos lee y al que no, al que le gusta lo que decimos y al que no, al que … ¡para, Damián, que te cuelas! Bueno, os aprecio.