Que pena que la hayan derribado, yo la vi por primera vez el año pasado por semana santa. Pues mi abuela se crio alli era hija de un ferroviario, ella me contaba muchas historias de esa estacion y la vida que habia alli. Que pena que por medio del progreso se pierdan las historias de los pueblos y solo queden el polvo y el olvido.