Ya cuando el sol decidio perecer y retirarse hacio otros cielos llegamos a la zona del Muso, con la rapaz deseosa de ver su nuevo reino, cuando las piedras circundante se vestian de un color fuego y el cielo se abria a la noche... fue el momento la decision ya estaba tomado y la rapaz ejercitava sus alas presajiando su nuevo destino... el nuevo aire serrano... la libertad, todo el cortijo del cielo para ella, majestuosa y rapidamente surco el aire segura de si misma hacia una atalaya nueva donde divisar el nuevo horizonte. Bienvenida pues. Saludos para Elmo, y Toñi.