En
Santo Tomé, en el paraje conocido como Vega de Montiel, se hallo un tesorillo y una efigie alada, de época ibérica (siglo VI a C), que se conservan en el
Museo Arqueológico Nacional.
Durante la época
romana la zona tuvo una intensa ocupación por medio de villas rústicas como la de Las Graveras. De este periodo se conservan varias lápidas y otros objetos como una pesa en el Museo Provincial.
De su pasado visigodo se conserva una lápida funeraria cuya traducción reza así " Avilia Marcela, de treinta y cinco años de edad, aquí esta sepultada.- Séale la tierra ligera, sus compañeros le dedicaron este recuerdo" (Museo Arqueológico Provincial).
En época musulmana sería una de las alquerías que poblaban este territorio y contó con una
torre para su protección. Torre que aparece mencionada en las crónicas cristianas, inmediatas a la conquista de este territorio y que posteriormente sería transformada en
campanario de la
iglesia parroquial.
En 1231 Santo Tomé, junto con otros
pueblos de la Comarca, pasó a formar parte del "Adelantamiento de
Cazorla", patrimonio del arzobispo de
Toledo. En 1438 el arzobispo de Toledo autorizaba a don Pedro Díaz de Toledo a la fundación de esta población. Según relata don Pedro Díaz al llegar al lugar sólo existía un cortijo y una vieja torre.
En el año 1543, Díaz Sánchez de Quesada, Señor de Garciez y de la Torre de Santo Tomé, se casó con doña Leonor de Acuña, señora del
castillo y heredamiento de Nínchez y Chozas, en el término de Baeza. El Vizcondado de Santo Tomé fue dado a don Hernando de Quesada Mendoza y Toledo por Cédula de Felipe IV.
Encontramos en este municipio, concretamente en el paraje conocido como Vega de Montiel, un tesorillo y una efigie alada, de época ibérica (siglo VI a C), que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional. Durante la época romana la zona tuvo una intensa ocupación por medio de villas rústicas como la de Las Graveras. De este periodo se conservan varias lápidas y otros objetos como una pesa en el Museo Provincial. De su pasado visigodo se conserva una lápida funeraria. En época musulmana sería una de las alquerías que poblaban este territorio y contó con una torre para su protección. Torre que aparece mencionada en las crónicas cristianas, inmediatas a la conquista de este territorio y que posteriormente sería transformada en campanario de la iglesia parroquial. En 1231 Santo Tomé, junto con otros pueblos de la Comarca, pasó a formar parte del Adelantamiento de Cazorla, patrimonio del arzobispo de Toledo. En 1438 el arzobispo de Toledo autorizaba a don Pedro Díaz de Toledo a la fundación de esta población. Según relata don Pedro Díaz al llegar al lugar sólo existía un cortijo y una vieja torre. En el año 1543, Díaz Sánchez de Quesada, Señor de Garciez y de la Torre de Santo Tomé, se casó con doña Leonor de Acuña, señora del castillo y heredamiento de Nínchez y Chozas, en el término de Baeza. El Vizcondado de Santo Tomé fue dado a don Hernando de Quesada Mendoza y Toledo por Cédula de Felipe IV.