Segunda parte
Los envejecidos tejados oscuros de las casas, que ondulados han cedido al tiempo brillan por la humedad helada en sus canalones, que en poco tiempo desaparecerá.
En el centro de la calle varios charcos se han helado durante la gélida noche invernal, serán la diversión de los niños que en unas horas revolotearán a su alrededor, intentando romperlos con piedras tan frías como el mismo hielo.
En el horizonte los algodonados nimbos, rojos, amarillentos y ocres, van cediendo suavemente ... (ver texto completo)
Los envejecidos tejados oscuros de las casas, que ondulados han cedido al tiempo brillan por la humedad helada en sus canalones, que en poco tiempo desaparecerá.
En el centro de la calle varios charcos se han helado durante la gélida noche invernal, serán la diversión de los niños que en unas horas revolotearán a su alrededor, intentando romperlos con piedras tan frías como el mismo hielo.
En el horizonte los algodonados nimbos, rojos, amarillentos y ocres, van cediendo suavemente ... (ver texto completo)