Continuación del texto anterior
Tras un corto espacio de tiempo, que parece interminable, por la fatiga el cansancio, cuando el sol está en la vertical, y sus rayos de luz y calor llegan a la tierra como llamas de fuego, se aproximan a la era, el segador con su bestia, que dibuja una gran masa de haces de cereal como carga, y una mujer
Y dos niños, le siguen, bien protegidos de ropa para evitar las quemaduras del sol, portando cada uno de ellos una pequeña talega atada a la cintura, llena de espigas que se han caido en el transcurso del acarreo hasta la era.
Tras llegar a la era en un breve espacio de tiempo, el personaje principal de esta historieta, "EL SEGADOR" con la misma destreza que compuso la carga, la descompone, haciendo caer los haces a la era de forma agrupada, y recoge las sogas, trenzándola a los extremos de las amugas, y regresando al resguardo del
Fresco apacible y silencioso hogar junto a la mujer y los dos niños, desaparejando previamente el animal y dejándolo atado a la sombre de la puerta de la casa, atado el ronzal de la jáquima a la anilla incrustada en la pared para este menester junto a la ventana y dando una "cubeta" de agua para que se refresque y dejando una espuerta con cebada y paja para que pueda reponer fuerzas y así continuar la terea que queda pendiente.
Y así se describe una página de la agricultura de subsistencia que en aquellos tiempos era el pan de cada día.
Trabajo manual del hombre y de la mujer en el campo, a base de golpe de brazo, de gran esfuerzo físico, soportando las inclemencias del tiempo, con temperaturas extremas tanto en invierno como en verano, ayudado por animales en las tareas pesadas de transporte harado etc, que le permitían obtener unos rendimientos meramente de subsistencia, en el mejor de los casos y de miseria
Cuando por diferentes motivos la cosecha era ruinosa, sin subvenciones ni ayudas de ningún tipo.
Así desde aquí quiero expresar mi reconocimiento a todas esas personas hombres y mujeres valientes con coraje y una capaciad de sacrifico inconmensurable de esta nuestra tierra que supieron luchar hasta la extenuación contra todos los elementos adversos que se les presentaron, para poder simplemente vivir, o mejor dicho sobrevivir.
Por eso este breve relato a modo de recordatorio para los que no somos tan jóvenes y de ejemplo de tenacidad para aquellos que son jóvenes y afortunadamente no han tenido que presenciar tanta fatiga para conseguir sobrellevar el día a día.
Por mi parte es mi modesto homenaje él "EL SEGADOR", como símbolo de todos los campesinos y campesinas trabajadores competentes y abnegados, y fieles a su sentido de la responsabilidad, que supieron sufrir para conseguir aquello que necesitaban a cualquier precio.
Si con este documento consigo que una sola persona se sienta mínimamente reconocida me doy por satisfecho, pues considero de justicia exponerlo
Y decirle gracias por tu valentía, por tu coraje, y por tu honradez como persona.
Saludos a todos.
Desde Barcelona Santos.
Tras un corto espacio de tiempo, que parece interminable, por la fatiga el cansancio, cuando el sol está en la vertical, y sus rayos de luz y calor llegan a la tierra como llamas de fuego, se aproximan a la era, el segador con su bestia, que dibuja una gran masa de haces de cereal como carga, y una mujer
Y dos niños, le siguen, bien protegidos de ropa para evitar las quemaduras del sol, portando cada uno de ellos una pequeña talega atada a la cintura, llena de espigas que se han caido en el transcurso del acarreo hasta la era.
Tras llegar a la era en un breve espacio de tiempo, el personaje principal de esta historieta, "EL SEGADOR" con la misma destreza que compuso la carga, la descompone, haciendo caer los haces a la era de forma agrupada, y recoge las sogas, trenzándola a los extremos de las amugas, y regresando al resguardo del
Fresco apacible y silencioso hogar junto a la mujer y los dos niños, desaparejando previamente el animal y dejándolo atado a la sombre de la puerta de la casa, atado el ronzal de la jáquima a la anilla incrustada en la pared para este menester junto a la ventana y dando una "cubeta" de agua para que se refresque y dejando una espuerta con cebada y paja para que pueda reponer fuerzas y así continuar la terea que queda pendiente.
Y así se describe una página de la agricultura de subsistencia que en aquellos tiempos era el pan de cada día.
Trabajo manual del hombre y de la mujer en el campo, a base de golpe de brazo, de gran esfuerzo físico, soportando las inclemencias del tiempo, con temperaturas extremas tanto en invierno como en verano, ayudado por animales en las tareas pesadas de transporte harado etc, que le permitían obtener unos rendimientos meramente de subsistencia, en el mejor de los casos y de miseria
Cuando por diferentes motivos la cosecha era ruinosa, sin subvenciones ni ayudas de ningún tipo.
Así desde aquí quiero expresar mi reconocimiento a todas esas personas hombres y mujeres valientes con coraje y una capaciad de sacrifico inconmensurable de esta nuestra tierra que supieron luchar hasta la extenuación contra todos los elementos adversos que se les presentaron, para poder simplemente vivir, o mejor dicho sobrevivir.
Por eso este breve relato a modo de recordatorio para los que no somos tan jóvenes y de ejemplo de tenacidad para aquellos que son jóvenes y afortunadamente no han tenido que presenciar tanta fatiga para conseguir sobrellevar el día a día.
Por mi parte es mi modesto homenaje él "EL SEGADOR", como símbolo de todos los campesinos y campesinas trabajadores competentes y abnegados, y fieles a su sentido de la responsabilidad, que supieron sufrir para conseguir aquello que necesitaban a cualquier precio.
Si con este documento consigo que una sola persona se sienta mínimamente reconocida me doy por satisfecho, pues considero de justicia exponerlo
Y decirle gracias por tu valentía, por tu coraje, y por tu honradez como persona.
Saludos a todos.
Desde Barcelona Santos.