Mariano, ya he saludado antes a tu hermano Pablo, soy Javi el de Nati, la de Reyes, y como he dicho antes, me acuerdo de la época en que los teléfonos particulares eran pocos en Santo Tomé. En mi casa era raro el día en el que no se ponía una conferencia, la sala de estar de mi abula Valentina era a veces como la centralita de Teléfonos, esperando a que Mariano llamara y dijera: "ya tiene usted la conferencia", para después informarnos del precio. ¡Aquellos maravillos años en los que hablar por teléfono era toda una aventura!. A ver como explicamos esto hoy a nuestros hijos que tan pronto echan los dientes tienen un móvil a su disposición.