Aquel señor que tuvo un bar (no sé si tuvo una tienda antes), se llamaba Luis del Moral, y le conociamos por Sambas.
Era muy peculiar. Le gustaba sobremanera que le consideraran culto y tenia ocurrencias, como la que menciona María, de las que, unas eran muy acertadas y otras no tanto.
Recuerdo que el Ayuntamiento distribuyó por los establecimientos un cartel, alusivo a enseñanza y cultura, que, en una de sus líneas decía: "Quién sabe leer comprendiendo lo leído..." (no recuerdo lo que seguía. El le puso interrogaciones a la frase, para que dijera: " ¿Quién sabe leer comprendiendo lo leído?.
Cuando íbamos por su bar, que era sitio de tertulia de amigos, solia decirnos: "Vamos a echar un parrafazo de Ateneo".
Lo de Sambas se lo pusieron, porque, cuando se vino de Barcelona, donde estuvo un tiempo, preguntó que se bailaba por aquí, y a la respuesta que le dieron, dijo él: " ¡Ah! Pues allá por Barcelona, sambas y boleros".
Era muy peculiar. Le gustaba sobremanera que le consideraran culto y tenia ocurrencias, como la que menciona María, de las que, unas eran muy acertadas y otras no tanto.
Recuerdo que el Ayuntamiento distribuyó por los establecimientos un cartel, alusivo a enseñanza y cultura, que, en una de sus líneas decía: "Quién sabe leer comprendiendo lo leído..." (no recuerdo lo que seguía. El le puso interrogaciones a la frase, para que dijera: " ¿Quién sabe leer comprendiendo lo leído?.
Cuando íbamos por su bar, que era sitio de tertulia de amigos, solia decirnos: "Vamos a echar un parrafazo de Ateneo".
Lo de Sambas se lo pusieron, porque, cuando se vino de Barcelona, donde estuvo un tiempo, preguntó que se bailaba por aquí, y a la respuesta que le dieron, dijo él: " ¡Ah! Pues allá por Barcelona, sambas y boleros".