Por aquí andamos, inaugurando los primeros calores y esperando que lleguen las vacciones de
Semana Santa.
Os leo y os sigo con mucho interés, pero mis aportaciones no pueden ser muchas ya que viví muy poco tiempo en
Siles.
Al leer lo del chocolate, me viene a la memoria aquel chocolate tan málísimo que comprábamos por onzas en agaduro" y que sabía a tierra, menos mal que con el
pan, todo junto, sabía bien. ¿Se llamaba el chocolate de la muñeca o es que regalaban una muñeca cuando tenías varios
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