¡Hola, Nicanor! Anoche estuve unos momentos con tus padres y tu hermana, y me dijeron que has estado en Siles unos días. Yo, que siempre estoy en mi oficina, hubiera tenido el gusto de saludarte y cambiar impresiones contigo. A ver si en otra ocasión te acuerdas.
Un afectuoso saludo.
Genito.
Un afectuoso saludo.
Genito.
Perdona, Genito, prometo que la próxima vez sí me atreveré a entrar a echar un rato contigo. Ya de paso te digo que me encanta tu relato de la luna.