Siguiendo con las anécdotas. A veces las frase hechas juegan malas pasadas cuando se utilizan sin pensar exactamente en lo que se dice:
Un día, en el Ayuntamiento, estaban los municipales debatiendo sobre un determinado asunto, estando yo por allí (eran Manolico, Amancio y Rubel ¿los recordais?
Pues bien, dirigiéndose a mí, uno de ellos, para preguntar mi opinión, me dijo:
-Genito, tú "a tus cortas luces", que dices de esto.
Yo, con mis pocas luces, no le dí importancia a la forma de preguntarme, y le contesté lo que yo opinaba sobre aquel tema.
Un día, en el Ayuntamiento, estaban los municipales debatiendo sobre un determinado asunto, estando yo por allí (eran Manolico, Amancio y Rubel ¿los recordais?
Pues bien, dirigiéndose a mí, uno de ellos, para preguntar mi opinión, me dijo:
-Genito, tú "a tus cortas luces", que dices de esto.
Yo, con mis pocas luces, no le dí importancia a la forma de preguntarme, y le contesté lo que yo opinaba sobre aquel tema.