El fin de semana no es caso, Joseles; pero, es cierto que esto se está apagando del todo. Ya son muchos los que se limitan a leer y no dicen ni media palabra, como les ocurre a María, Nicanor, Cabras Azulejas -algo dijo el otro día-, Ramona Piñero...
Os pongo yo un poema, aunque algunos también estareis cansados de tanto verso.
TORMENTA
Tras cuantiosas horas
de truenos y rayos,
llorando los cielos
mucho, sin cesar,
se abrió paso el sol
con su luz radiante,
primero con miedo,
y mandando luego.
Las perlas de agua
que sobre las flores,
frágiles y bellas
adornábanlas,
brillaron heridas
por los claros rayos;
el débil insecto,
que quedó parado
bajo de una hoja,
en el diluviar,
comenzó a moverse
con la luz del sol.
Todo cobró vida
con aquel torrente
de luz y energía
que volvió a brillar.
Lo mismo me ocurre
con el alma mía,
cuando halla la calma
tras la "tempestad".
Genito.
Os pongo yo un poema, aunque algunos también estareis cansados de tanto verso.
TORMENTA
Tras cuantiosas horas
de truenos y rayos,
llorando los cielos
mucho, sin cesar,
se abrió paso el sol
con su luz radiante,
primero con miedo,
y mandando luego.
Las perlas de agua
que sobre las flores,
frágiles y bellas
adornábanlas,
brillaron heridas
por los claros rayos;
el débil insecto,
que quedó parado
bajo de una hoja,
en el diluviar,
comenzó a moverse
con la luz del sol.
Todo cobró vida
con aquel torrente
de luz y energía
que volvió a brillar.
Lo mismo me ocurre
con el alma mía,
cuando halla la calma
tras la "tempestad".
Genito.
No estamos cansados de versos. A mí me encanta leerlo, lo que pasa es que después de esto, a ver qué digo yo. Como no sea que cuente un cuento, o escriba una receta de cocina....