He acabado de leer
que Anto sabe quién soy yo,
y he quedado sorprendido;
¡tiene ella imaginación!
Yo no entiendo en qué te basas
para pensar que lo sabes;
dices que por los acentos:
Eso es en mí cosa grave.
No lo puedo remediar,
porque el caso es que con boli
yo no me dejo ni uno,
pero en el ordenador
es que no pongo ninguno.
Claro, tú debes pensar:
esta persona que escribe
en verso, echándole labia,
de los acentos se inhibe,
y parece cosa extraña.
Y eso te ha hecho cabilar,
llegando a la conclusión
de que debo ser aquel
que ve tu imaginación.
Bueno pues tú ya me tienes,
-creo que euivocada estás-
¡ojalá que te imagines
a una persona cabal!
¡Ah! y si ahora te entretienes
y vas haciendo recuento,
verás que en este mensaje
no he omitido ni un acento.
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