Hola Rosi; recuerdo la
matanza de mi tía Pura (
casa de los
Canales, en la
calle Somera, ya casi en la Cuesta del
Colegio, donde vendían vino); hacían una gran sartén de ajo pringue que se colocaba en el suelo, en medio de la habitación, y allí un montón de gente, sentados los mayores en sillas medianas, y en pequeñas los chiquillos, nos poníamos como el Quico comiendo ajo. Al final rajaban unos cuantos melones, que decían ayudaban a hacer la digestión. ¡Qué tiempos, aquellos de la niñez!
Saludos.