Esa es la
plaza de tienta que tenía el ganadero Santolaya, para sus reses bravas, que era muy conocido en la zona. El suelo para tentar era inmejorable. La
finca es de sus herederos. Los pastos son de mayo a noviembre pues son buenísimos si llueve, al tener gran variedad de
flores. En su tiempo cuando era pequeño y visitaba esta finca habían dos
pozos de
agua que no la he probado más fría. Merece la pena visitar esta finca y hacer rutas.