Fue fundada en 1433 por Fernando de Quesada, comendador de la orden de Santiago en Bedmar. En 1456, los nazaritas recuperan el
castillo, sorprendiendo al caballero ubetense Juan de Raya. Pero en 1458, se recupera definitivamente por los castellanos, al mando de Alonso Martín de Ortega enviado por D. Juan de la
Cueva, comendador de Bedmar. El rey Enrique IV dio facultad a este último a fundar un mayorazgo sobre
Solera, siendo él el primer señor de esta villa. En una de sus
ventanas fue ahorcado uno de los conspiradores contra la
familia de la Cueva, que tenía la misión de tomara traición la fortaleza, tras la conjura del Viernes
Santo de 1460.
Fue posesión de los Condes de Santisteban hasta 1835 que fue vendida al Marques de Gaviria.
Troyano Viedma, recrea la conquista de Solera, basándose en tres
fuentes: una, se encuentra intercalada entre las páginas de una
historia manuscrita e inédita de los Cueva; otra, es debida a Martín de Ortega y la tercera se encuentra en un albalá del rey Enrique IV de Castilla.
“Acertaron a venir a la villa de Bedmar, donde don Juan de la Cueva se encontraba de paso, ciertos adalides, al
mesón de ella, diciendo que el castillo de Solera ya no estaba tan bien defendido, por lo que iban a avisar al Comendador de Sabiote y al señor de Jabalquinto que eran a la sazón, según los adalides, los caballeros más poderosos en aquellos días en esta zona, con el fin de que iniciaran los preparativos de la guerra y reconquistaran Solera. Esta conversación fue oída por algunos de los criados de don Juan de la Cueva que pronto fueron a comunicárselo. Le pareció una buena idea y muy oportuna. Al punto mandó que los adalides vinieran a su presencia en el castillo de Bedmar donde los entretuvo el tiempo suficiente para poder avisar a los suyos, entre ellos al comendador Martín Alonso de Ortega y Andrés de Ortega, su hermano, y a Juan de
San Martín “el bueno”, los cuales junto a otros caballeros se dirigieron a la villa de Bedmar, punto de partida para iniciar una incursión en tierra de moros, con un objetivo concreto, el asalto y toma del castillo de Solera. Cual no sería su sorpresa, cuando advirtieron que tal castillo, a diferencia de lo comunicado por los adalides, se encontraba fuertemente defendido, pero ello no fue obstáculo para que decidieran lanzarse a su conquista, con todos los riesgos que la misión conllevaba. Una vez comenzada la lucha… por fin lograron colocar una escala en la
muralla y por ella comenzaba a subir un escudero pero al verlo el comendador Martín Alonso de Ortega, le cogió de la pierna y le echó abajo, al tiempo que le decía: <<donde hay caballeros no han de subir escudero delante>> y comenzó la ascensión, derrochando gran valentía al tiempo que le seguía en la empresa su hermano y Juan de San Martín, tomándose al asalto el hasta entonces inexpugnable castillo de Solera.
fuente: Diputación de
Jaén