Recuerdo mi infancia por estas calles de Sorihuela. Cuando pasábamos por debajo de estas gárgolas del campanario, los niños las mirábamos con miedo, porque los mayores nos habían metido en la cabeza que eran las caras de los judíos que habían escupido al Señor y estaban ahí para escupirnos a los niños malos. Evitábamos por todos los medios el pasar por debajo del campanario y si lo hacíamos con un miedo y temblor grandísimo. Qué tiempos aquellos.
¡Viva Sorihuela! Oor favor, responde, me ha costado mucho declararme y además en público! Te qiero manuel jesus lopez felgueras. Mjlf, te quiero, fdo: ana rosa. Bonita perspectiva del campanario en el cual intervino Andrés de Vandelvira.