La que se ve en el centro del retablo es Santa Agueda. Ahí pasó los tres años de guerra. Intentaron tirarla pero no pudieron, le hecharon cuerdas, de dispararon con las escopetas, pero Dios quiso que no le pasara nada y quiso estar ahí por todos los siglos para vivir siempre representada en esa grandísima imagen en Sorihuela del Guadalimar.