Torrequebradilla recibió el título de lealtad y varios privilegios concedidos por Alfonso XI en 1340, por haber asistido a la Batalla del Salado. Permaneció al lado de los Reyes Católicos en la conquista de Baeza, por lo que recibió nuevas mercedes, entre ellas la Carta de Puebla Nueva, por lo que dejaba de pertenecer a la Orden de Calatrava, recibiendo el mismo fuero de
Jaén. En el siglo XVII pasó a formar parte del señorío de Don Íñigo Fernández de
Córdoba y Mendoza.
En Torrequebradilla pudo estar el
castillo de Esnader, para cuya conquista partió desde Quesada Fernando III el
Santo en 1219. El castillo estaba fuertemente protegido por lo que no llegó a conquistarla hasta 1230. A partir de este momento la población pasó a formar parte de los dominios de la Orden de Calatrava.