La arquitectura popular de Torres de Albanchez responde a las características de la Alta Andalucía, y más concretamente de la zona de la Sierra de Segura. Su ubicación en zona de montaña condiciona el trazado de las calles: estrechas y sinuosas en gran parte. Las viviendas populares están hechas de mampostería (piedra, cal y arena), recubiertas con mezcla, una capa de cal y arena, y encaladas. Las construcciones que se levantaron en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX, aprovechaban los materiales que había en la zona: madera de los pinos y robles, para las vigas del suelo cuadro y cámaras; piedra para las paredes y para la fabricación de cal en las caleras; yeso de la yesera del Collado de Los Yesos, y arena de sus areneros, como el que había a la entrada del pueblo, en su parte norte. En la planta baja estaba la vivienda, la cuadra y los corrales; en la segunda planta, las cámaras, para el grano o el aceite, así como un pequeño "sobrado" o porche cubierto para el secado de los frutos del campo: higos, tomates, pimientos...