Lavadero del pueblo, donde las mujeres trabajaban lavando la ropa restregándolas en las losas de cemente, donde por las tardes acudían los chavales a buscar a las chavalas que venían por agua, cuantas historias se encierran en esa fuente, cuantas alegrías y cuántos fracasos, cuantos arreglos y cuántas discusiones, cuantos animales ya de tarde venian a beber, cuantos negocios se hacían, es una inmensa alegría recordar cosas vividas y más cuando ibas buscando novia.