Esta plaza me hace recordar tiempos muy lejanos (de niño). En ese lugar he visto cómo los hombres se echaban al agua para evitar al toro. Tengo 62 años, maestro prejubilado, jugador de los "Los Leones de Torres"-qué partidos en La Hoya Baja-y soy hermano del alma del equipo, ya fallecido. Unsaludo, torreños.