A veces surgen buenos pretextos para reunirnos, “unirnos”, reencontrarnos, este sin duda es uno de ellos. En el hondo corazón de las tradiciones de Vilches resuenan las voces de los aguilandos cantados desde tiempos inmemoriales por nuestros antepasados. Este gran pretexto se llama hoy “Concierto de Navidad, En espera de los Reyes Magos”, interpretado por el tenor Julián López Rodríguez, hijo de Vilches.
Un Gran Concierto con la participación de todos y una especial oportunidad de dar a conocer nuestras tradiciones, geografía, costumbres en todas las direcciones, dentro y fuera de nuestro pueblo, hacia lo alto y lo profundo del sentimiento que arraiga a la tierra y que sin duda alcanza a los vilcheños que viven fuera. Es también la ocasión de invitar a los pueblos vecinos, de renovar el recuerdo y la amistad.
En Vilches al decir Navidad decimos aguilandos y nuestros mayores evocan aquellas letras aprendidas en época de cosecha, mientras se recogía la aceituna, los aguilandos hacen palpitar la música en el pecho, recorren las calles, calientan el espíritu de navidad y cargados de emociones bajan del cerro desde donde la Señora del Castillo da su consentimiento.
Estas tradiciones de la tierra intensa, han salido de las entrañas de nuestros olivos, han bebido el agua de nuestras fuentes y entre sones y sones al igual que los pastores, los cantaores han mojado el pan en el aceite.
En esta época Vilches se cubre de niebla y por los rincones del pueblo suenan los campanillos de los aguilandos. Sal de tu casa vilcheño, vilcheña! y rinde homenaje a los hombres y mujeres que han conservado y mantenido este cante durante siete siglos. Es necesario que creas en ti mismo, VEN y CANTA.
Y tu aguilandero no te sientas olvidado, solo, tu cante tiene magia y verdad, esta invitación es para ti, tienes el sitio reservado, espero que estés presente…
coge tu bandurria, tu cántaro, tu laúd,
tu almirez, tus campanillos y
ven a cantar con todos.
Todos somos aguilanderos,
¡Navidad con aguilandos es una verdadera Navidad!
Un Gran Concierto con la participación de todos y una especial oportunidad de dar a conocer nuestras tradiciones, geografía, costumbres en todas las direcciones, dentro y fuera de nuestro pueblo, hacia lo alto y lo profundo del sentimiento que arraiga a la tierra y que sin duda alcanza a los vilcheños que viven fuera. Es también la ocasión de invitar a los pueblos vecinos, de renovar el recuerdo y la amistad.
En Vilches al decir Navidad decimos aguilandos y nuestros mayores evocan aquellas letras aprendidas en época de cosecha, mientras se recogía la aceituna, los aguilandos hacen palpitar la música en el pecho, recorren las calles, calientan el espíritu de navidad y cargados de emociones bajan del cerro desde donde la Señora del Castillo da su consentimiento.
Estas tradiciones de la tierra intensa, han salido de las entrañas de nuestros olivos, han bebido el agua de nuestras fuentes y entre sones y sones al igual que los pastores, los cantaores han mojado el pan en el aceite.
En esta época Vilches se cubre de niebla y por los rincones del pueblo suenan los campanillos de los aguilandos. Sal de tu casa vilcheño, vilcheña! y rinde homenaje a los hombres y mujeres que han conservado y mantenido este cante durante siete siglos. Es necesario que creas en ti mismo, VEN y CANTA.
Y tu aguilandero no te sientas olvidado, solo, tu cante tiene magia y verdad, esta invitación es para ti, tienes el sitio reservado, espero que estés presente…
coge tu bandurria, tu cántaro, tu laúd,
tu almirez, tus campanillos y
ven a cantar con todos.
Todos somos aguilanderos,
¡Navidad con aguilandos es una verdadera Navidad!