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Hola a todos, como bien dice Antonia, las fiestas nos han dejado como la cuesta de enero, así que a ver si seguimos el ejemplo de Juani, que a pesar de estar “enlacituna” aún le queda tiempo para recordarnos que es San Antón, y que es una tradición las “lumbres”. Con una buena bacala enganchada con un cordel a una vara, y restregándola por todas las lumbres, una bota de vino y un buen tizne (preferentemente de corcho), se paseaban los muchachos y otras especies por todas las lumbres de Vilches esperando tiznar la cara a cualquier muchacha que se descuidara. También las esperaban en los caminos cuando volvían de coger acituna, y todas procuraban protegerse en los hombres que iban en la cuadrilla o se pegaban a alguno de confianza. Al dia siguiente era costumbre comentar “las hazañas” ¡yo tizne a fulana, yo a perengana! ¿Y tú tu tíznate a esa …..?
En mi casa de la calle Avenida, mi padre siempre traía dos cargas de ramón, y como se juntaban varias muchachas casaderas en ese trozo de calle, había que vigilar los que salían de repente tanto del Portillejo II, como de la Callejuela que eran los sitios más peligrosos, ya que los que acudían por las cuatro esquinas o por la calla Las Peñas, se les controlaba mejor.
¡Que recuerdos! Ahora tengo entendido que por aquello de la seguridad, o porque, la cosa ha cambiado se encienden pocas.
Un abrazo.
En mi casa de la calle Avenida, mi padre siempre traía dos cargas de ramón, y como se juntaban varias muchachas casaderas en ese trozo de calle, había que vigilar los que salían de repente tanto del Portillejo II, como de la Callejuela que eran los sitios más peligrosos, ya que los que acudían por las cuatro esquinas o por la calla Las Peñas, se les controlaba mejor.
¡Que recuerdos! Ahora tengo entendido que por aquello de la seguridad, o porque, la cosa ha cambiado se encienden pocas.
Un abrazo.