Luz ahora 0,09700 €/kWh

VILLALOBOS: Este su contenido:...

hoy dia 27 de Marzo en diario Jaen, Paco Martin ha escrito un articulo de reconocimiento a la trayectoria personal y profesional de Domingo, y propone que el centro social de Villalobos lleve su nombre ya que se construyo durante el tiempo que fue alcalde.

Este su contenido:

DOMINGO NIETO CARRILlO de Alcalá la Real
"Trabajó por hacer realidad las inquietudes de los residentes en Villalobos"
Hay una figura entrañable en la vida local y, sobre todo, en el mundo rural. Me refiero a todas aquellas personas que asumen el cargo municipal más cercano a sus vecinos. Son los mal llamados alcaldes pedáneos, pues su verdadero nombre, a lo largo de la historia municipalista, han pasado de llamarse alcaldes ordinarios o ministros de la justicia —cuando existían los corregidores, allá por los siglos XVIII y XIX— a vocales de barrio, que es como se le denomina en la legislación actual.
Estas personas han desempeñado la difícil gobernanza de sus vecinos de barrio, aldea o distrito, pues en Alcalá la Real, lo había del barrio de San Juan, Tejuela, barrio de las Cruces, Centro o Llanillo, así como de todas las aldeas. Pero no se han quedado en la acción de pura representación gubernativa, sino que han sido hasta los más fieles celadores de sus vecinos y de los aldeanos en el lugar que ostentaban su cargo. Muchos de ellos fueron elegidos a dedo por los alcaldes del municipio —eran y son hombres de confianza de los alcaldes—, pero la mayoría de ellos se refrendaron en el cargo por su buen hacer y obtuvieron, a lo largo de sus mandatos prolongados año tras año, el consenso y el aprecio de los vecinos. Cada uno de ellos podría recordar el día que usó su coche para arreglar un trámite administrativo en el Ayuntamiento o la llamada telefónica que le salvó de un apuro en un percance de salud o accidente en la lejanía del campo. Esto por citar dos aspectos de su tarea o ejercicio municipal o el día que trajo una alegría a un vecino anunciando una subvención o ayuda social.
Claro epítome de las virtudes, la dedicación y la generosidad de los alcaldes pedáneos fue la persona de Domingo Nieto Carrillo, alcalde por los años ochenta y noventa del siglo XX en la aldea de Villalobos. Esta aldea había alcanzado la notoriedad por estar situada en torno al puente de las aguas del río Palancares y, sin embargo, siempre fue víctima de los años de sequía porque este arroyo que atraviesa la parte sudeste de la comarca alcalaína se queda sin agua en muchas estaciones estivales, cuando comienzan los tiempos de sequía.
Domingo, lo mismo que otros alcaldes, quería solucionar aquel problema endémico de una aldea que se desangraba y se desangra, cuando ofrece las mejores posibilidades para promocionar el turismo rural, por su paisaje, paisanaje y sus recursos en rutas de todo tipo, como ecuestre, bicicleta, de pie, y de tranquilidad y encuentro con la naturaleza. Domingo tenía la virtud de hacerse eco de las peticiones de los vecinos, pero lo hacía con el espíritu más caballeresco y lleno de afabilidad más grande que he podido encontrar. Con razonamiento, analizando pros y contras sin caer en la demagogia ni creando la crispación inútil. Siempre educado, respetuoso con sus superiores y atento con sus representados. Eso no impedía que reivindicara lo que era necesario para su aldea y tratara de que se llevara a efecto para complacer los servicios mínimos de los aldeanos. Por eso, propuso y emprendió miles de intentos para conseguir que la aldea alcanzara el agua.
Atrás quedó la reforma del depósito, el experimento fallido de la fuente de Ana Ramos... hasta llegar la solución definitiva de la traída del agua de la red de Alcalá la Real. En todos ellos, puso su grano de arena, lo mismo que siempre representó con dignidad a su aldea en todos los actos a los que se le invitaba. Siempre acudía, saludaba afable a todos y conversaba lo justo y siempre con esa mesura que caracteriza al labriego alcalaíno.
Hombre de palabra y leal como ninguno, nunca defraudaba ni vendía a nadie, sino que estaba a pie de obra para transmitir a su vecindad todas las gestiones, programas y actividades que se organizaban desde las instancias municipales. Así, me lo imagino y con muchas más virtudes entre su familia.
Hay hombres de la vida pública que se recuerdan por sus grandiosidades, sus obras y sus discursos; con Domingo siempre nos quedaríamos con unas palabras de Ovidio: “Irás con más seguridad por el término medio”. Y qué mejor virtud podemos atribuirle al que supo ser el término medio entre sus vecinos y el pueblo de Alcalá. Por eso, si estuviera en mis manos hacerlo, pondría el nombre de “Domingo Nieto Carrillo” al Centro Social de la aldea, porque sería un homenaje a un hombre generoso y ejemplo del desempeño para los alcaldes pedáneos.
Por Francisco Martín.