Imagínensen, aquellos días de trasiego por la
carretera del Tranco, cuando
familias enteras vivían en los cortijos de las laderas y
montañas del espacio territorial de
Villanueva del Arzobispo.
Cuando toda esa gente espera con ilusión la llegada de noticias de los hijos que estaban en la
mili, o el redacero o el señor que venía con los inventos nuevos aún desconocidos.
Cuando era de vital importancia acercarse a Villanueva a ver como era el funcionamiento de los primeros televisores que hubieron
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