Me he quedado sin palabras... Lo que ha cambiado "la era de las Tres Puertas" que siempre hemos dicho. Pensar que no hace tantos años he visto trillar en ella a un entrañable vecino, con sus mulillas y su trilla; que algunos años la misa de San Fernando se celebraba aquí, y que los chiquillos esperábamos el autobús escolar en la vieja era. Y qué altos los árboles, que yo ví plantar... Un abrazo a mis paisanos, y un ¡Viva Gútar! muy alto, de un cura que nació en el número 28 de la calle san Fernando.