
Pepita: según me decía mi abuela, la Virgen intentaba pasar hasta tres veces hacia donde estaba el Señor; los romanos cruzaban las lanzas; a la tercera, el ángel decía a los romanos: "Hermanitos míos, vuestro favor espero; si no apartáis las lanzas, las parto aunque sean de acero". Y entonces pasaba la Virgen. ¡Cuántos años hace que no veo los "Pasos" en mi pueblo!