Yo era muy niño cuando tuve la suerte de vivir en ese vuestro
pueblo llamado
Villarrodrigo, recuerdo aunque tenía entre 4 y 7 años y ya voy para los 55, que mi maestro era de. Marcelino (que buena persona), que el cura que me dió la primera
comunión fue de. Bernabé, que había un seminarista llamado Celedonio, que en la
plaza del pueblo donde en las
fiestas montaban la
plaza de toros con palos, vivía de. Marcial, y en frente en la
esquina de la plaza donde se construían los toriles vivía la Sra. Dolores,
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