El nombre de
Alcaucín procede del término árabe Al Cautin, que significa los
Arcos. Algunos historiadores plantean la hipótesis de que el nombre se debió a la existencia de un
acueducto, y otros, a la abundancia de tejos,
árbol que poblaba el término y de cuya excelente madera se fabricaban arcos de
caza y guerra.
El término de Alcaucín es de la zona de
Málaga que podemos testificar como de las primeras en ser habitadas por el hombre, como documentan las excavaciones realizadas en el Boquete de
Zafarraya en 1983 en las que aparecieron restos humanos, entre ellos una mandíbula, que perteneció a un hombre varón de Neanderthal que vivió en esta zona hace 30.000 años en el periodo conocido como Musteriense. Dentro de la Prehistoria, encontramos, aunque ahora dentro del Neolítico, y también al norte de su termino, muy cerca del Boquete de Zafarraya, la
cueva de los Guaicos y el abrigo del Espino con asentamientos estables (VI al IV milenio a. e.) donde aparecieron enterramientos en cistas con ajuares.
Durante la época de colonización fenicia, se pusieron los cimientos de la fortaleza de Zalia. Los árabes construyeron el actual
castillo con su doble anillo de
murallas, que dependía de Vélez-Málaga hasta que en el año 1410, tras la caída de Antequera, se reorganizo la zona de Vélez, y el castillo Zalia paso a ser cabeza de un distrito formado por
Canillas de Aceituno, Archez y Corumbela, hasta su conquista por los Reyes Católicos en septiembre de 1485. Tras los sucesos de 1569 el castillo de Zalia se convirtió en una de las prisiones — obispado donde se encarcelo a los participantes en las revueltas y levantamientos moriscos, según ordena Antonio de Luna, enviado del Duque de Sesa.
Como localidad, nace a la
sombra de la invasión árabe sin que tengamos referencia de su fundación u origen, así como de su primera
historia aunque quede patente en la disposición y trazado de sus
calles. Por la cercanía posiblemente Alcaucín nace como alquería bajo la sombra protectora del castillo de Zalia al suroeste y del castillo del Alcázar ubicado a unos 5km al noroeste. Este castillo del Alcázar lo nombra Abd Allah, ultimo Rey Ziri de
Granada, en el año 1082 cuando comento su conquista fácil en las luchas contra su hermano Tamim ibn Buluggin, a la sazón príncipe de Málaga. Sin embargo la Meseta de Zalia que domina el paso de Zafarraya si esta documentada desde el s. XI en la “Chamhara” de Ibn Ha. zm, que en una compilación de linajes árabes especifica que la citada meseta estaba poblada por los árabes “Banu Ru’ayn”. También a unos cinco kilómetros del casco urbano encontramos unos baños de
aguas sulfurosas utilizados por los árabes y conocidos por Las Majadas.
Es seguro que durante el S. XVI fue villa de morisco, pero sabemos, por el cronista Mármol, que en 1568 estaba despoblado, lo que explicaría su no-intervención en las revueltas de fines del XVI a pesar de la cercanía de Canillas de Aceituno que fue cabeza de sublevación, mas el 23 de Abril de 1569, a pesar de estar posiblemente despoblada, según se cita mas arriba, es atacada una venta regentada por Pedro “ el Mellao” donde hoy esta Venta Baja, siendo una de las causas inmediatas de la rebelión morisca. Las actuaciones negativas que los franceses llevaron a cabo durante su dominación quedaron reflejadas en uno de los libros de difuntos que se guardaban en el archivo de la
parroquia como para dar testimonio y pasar a los ojos inquisidores de los franceses.
El terremoto que asolo, especialmente la zona norte de la Axarquía, el día de
Navidad de 1884, ocasiono cuantiosas pérdidas humanas, de animales y
casas, y aun hoy se comenta entre los mayores del
pueblo, con gran profusión de datos, lo sucedido narrado por sus padres y abuelos. Había tenido su epicentro en
Sierra Tejeda, cerca del Boquete de Zafarraya, Alcaucín,
Periana y otros
pueblos de la comarca, murieron 6 personas, se altero el cauce de aguas subterráneas, se levantaron
caminos y
carreteras, y acentuó los daños la descomunal
nevada que le siguió e impidió en muchos casos la pronta llegada de socorros. A la Villa de Alcaucín se le otorgaron tras la visita del comisario regio, 8251 pts para colaborar al sufragio de daños. Durante la Guerra Civil, al contrario que en los pueblos de la zona, la población civil impidió la quema del archivo de la
iglesia que se mantiene intacto desde su fundación en 1732 y que desde 1978 se guarda en el Archivo Diocesano.
El término disfruta de varias corrientes de
agua en tomo al
río Alcaucín, que se engrosa con los arroyos de Cárdenas,
Puente de
Piedra y Alcázar que riega los Cortijillos además fertiliza las
Huertas, el
Olivar, Venta Baja, Puente don Manuel favoreciendo la economía de la zona. Nos encontramos con 3
cuevas en el término: Cueva del Boquete de Zafarraya. La Cueva del Moro y las cuevas del Carrión. Una de menor tamaño es la cueva de los Guaicos con restos arqueológicos. En las cuevas del Carrión la voz popular achaca que fueron habitadas por eremitas y hombres de fe que deseaban apartarse de la trapala diaria, estos
ermitaños habitaron estas cuevas durante la dominación árabe.
Cuenta una leyenda como, tras el concilio de Elvira el patriarca de la Iglesia malacitana, Patricio quiso viajar a la ciudad de Salía intentando que en este segundo viaje captara algun alma para su rebaño cristiano, cosa que en su primer viaje no logro. Cuando Patricio terminó esta después de exhortarlos a la conversión y al
bautizo con los mismos resultados que en la primera, salió nuevamente hacia Málaga y cuando callo la
noche, se abrieron rajas en el suelo de donde empezaron a salir víboras que mordían durante el día a sus habitantes causándoles la muerte casi instantánea, cuando las gentes se encerraban entraban en las casas y fue inútil cualquier tipo de actuación para erradicarlas, hasta el punto que los vecinos optaron por abandonar el pueblo y con ello la mano vengativa del Señor había echo justicia, y desde entonces permanece deshabitada.
Los Baños de las Majadas son excelentes para curar las erupciones cutáneas, hasta principios de siglo eran utilizados en Julio y Agosto. Es famosa el agua del pueblo por su bondad y ligereza. La
fuente de los cinco
caños que hay en la
plaza del
mercado, o el caso de algunos que no utilizan el grifo porque tienen en su interior manantiales propios.
Como
monumentos más importantes nos encontramos con la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario: consta de dos naves demarcadas por tres arcos de medio punto, la del evangelio se remata con un camarin circular toscamente decorado con yeseria rococo.
Portada muy simple y restaurada, terminada en tosca
espadaña. También podemos destacar la ermita del
cementerio, llamada Jesús del
Calvario, fundada por doña Ana de Bejar a finales del 5. XVIII es de planta cuadrada y portada con
arco de medio punto que descansa sobre pilastras cajeadas, La ermita posee una perspectiva pintoresca del pueblo.