Cuentan las gentes del
pueblo que su nombre viene dado por el alto indice de gatos existentes en sus
calles, así mismo merece la pena reseñar los acontecimientos naturales dados en la zona como el ocurrido en el
invierno del año 2001 cuando una
tormenta de
nieve junto con un pequeño tornado dejaron a varios
pueblos sin luz.
De los primeros orígenes de
Algatocín, poco se sabe. Lo que sí se conoce es que sus tierras fueron ocupadas ya por los
romanos, a juzgar por los restos hallados en Cerrogordo, cercano al pueblo. El actual nombre de la población está relacionado con el nombre del municipio, que fue fundado por la tribu bereber Al Atusiyin, aunque Diego Vázquez Otero en su libro Pueblos Malagueños, afirma que Algatocín en un principio estuvo situado en la vertiente del
río Guadiaro. Trasladado a la pequeña meseta en que está, fue residencia de la princesa Algotisa, hija de un rey moro de Ronda, del nombre de la cual debió derivarse el que hoy tiene. Más adelante añade que al parecer, el nombre del rey musulmán y padre de la princesa pudo ser Abomelia, segundo monarca de la ciudad de Ronda. Nada de esto tiene una confirmación histórica, pues el nombre de Algotisa, del que pudo derivarse Algatocín, sólo se basa en la
tradición oral. En cualquier caso, su consolidación se produjo con la repoblación castellana posterior a la conquista cristiana.