La
historia de
Álora se remonta a la Prehistoria en el Hoyo del Conde, a poco más de un kilómetro de la ciudad.
Hay restos prehistóricos en diferentes yacimientos aloreños, entre los que destacan las
Terrazas de Canca, Cerro de las
Torres, Peñón del Negro, Hoyo del Conde, Alhaja Prieta y la
Cueva de los Infantes
Alora fue el Municipium Iluritanum
romano, así lo demuestran los restos y lápidas encontrados. Destaca como pieza singular, el monolito cilíndrico, de cincuenta centímetros de diámetro y casi un metro de altura, que se encuentra en el
patio de la
iglesia, del siglo primero, en tiempos del emperador Domiciano, en el que se lee: Municipium Iluritanum. Iluro, de la provincia de la Bética, llegó a gozar de tal importancia que sus habitantes poseían el derecho itálico. Aunque fue excesivamente gravada por los impuestos, su progreso continuó sobre todo en
agricultura y
ganadería, trigo, cebada, miel, vino y aceite, lo que a su vez produjo un activo
comercio con el centro del Imperio. En el siglo V, los vándalos se apoderaron de Iluro, comenzando el periodo de dominación goda, del que quedan restos en el alcázar situado en el
monte de las Torres, cuyas defensas son propias del tipo de construcción visigótica. Tras la toma de
Málaga, los musulmanes llegaron a Alora, donde no encontraron gran resistencia, sino que acordaron con sus habitantes que, los que así lo deseasen, podrían quedarse a vivir en la villa, conservando sus propiedades sin renuncia a su religión ni a sus leyes o
costumbres, a cambio de los mismos tributos que anteriormente pagaban a la monarquía visigoda. Antes de su conquista, sufrió numerosos cercos, dado el carácter estratégico de su
castillo, que dominaba parte de la Hoya de Málaga. El primero data del año 1184 cuando Alfonso VIII, tras la rendición de
Cuenca, dispuso una expedición
militar por
Andalucía. Posteriormente, intentaron de nuevo la conquista Alfonso XI en 1319, Juan II en 1434 y Enrique IV en 1455. El fracaso de estas acciones viene dado en gran parte por el apoyo que recibieron los musulmanes de la población mozárabe, la cual veía no sin razón, más peligrosa la tutela de Castilla que la islámica. Los Reyes Cátolicos pretendían estrechar el círculo del reino granadino en base a la toma de las fortalezas más importantes que rodeaban las capitales, para dejar a estas últimas sin defensa en el
campo. En el caso de Málaga, se hacia necesario la conquista a priori de Alora. Las tropas del monarca castellano constaban de 20.000 infantes, 9.000
caballos y un fuerte contingente artillero, tal era la importancia de la ubicación de la fortaleza musulmana mandada por el alcaide Cidi-Ali-el Bazi. El l0 de junio de 1484, tras nueve días de combate, cayó la fortaleza.
Según el Catastro del Marqués de la Ensenada en año 1751, durante el siglo XVIII Álora contaba con alrededor de 500 habitantes entre los que había 28 presbíteros y 8 minoristas, sin contar
ermitaños ni frailes del
Convento de
Flores. Todo hace suponer que la iglesia debía poseer cuantiosas riquezas en las tierras aloreñas.
Los habitantes son conocidos como aloreños o "perotes
Existen varias versiones del origen del término "perote", si bien el más conocido es por haber sido su primer regidor Don Pero, en tiempo inmediato posterior a la reconquista por los Reyes Católicos, de ahí el nombre de la zona "La Perosía". Aloreño también sería gentilicio de éste municipio.
HISTORIA. Según resulta de lápidas conservadas en. Alora, y de una trasladada a Alhaurin el Grande, copiadas por Cean-Bermudez en el Sumario de las
antigüedades que hay en
España, debió llamarse esta pobl. en lo ant. lturo (V.). De la relación que hace Lucio Floro de la célebre batalla de Munda, y de la muerte de Cn. Pompeyo, ilustrada con el testo de Estrabon, la vemos también con el nombre Laurona pudo fácilmente escribirse lturo ó Itauro por Lauro, como se halla escrita Ibarca por
Barca, Ibalsa por Balsa, y al mentarse la sílaba epéntica na. En esta c. (LAURO V.) Según Floro, fue alcanzado Cn. Pompeyo por Cesonio, y reanimado, presentándose en batalla, recibió la muerte con las armas en la mano: Cnoeum prelio profugum, orure saucio deserta et avia pelentem, Cesonius apud Lauronem oppidum consecutus (adeo nondum desperabat) interfecit. Estrabon refiere que después de vencido Cn. en Munda, se huyó a Carteya, donde se embarcó, y saltando a tierra en una región montañosa, contigua al
mar (sin duda la
sierra de Ronda), fue alcanzado y muerto por los de César. Puede verse ademas á Ilircioírfe bell. Hispan. § XXXVII y XXXVIII);. Apiano, (Guerras civíle lib. II § CV) y á Plutarco (in Caesare). En el concilio Hiberitano aparece entre los que suscribieron sus actas un presbítero de Lauro, llamado Ianuarius. De lluro o Lauro tal vez por corrupción se dice Alora. El año 1184, dominándola el agareno, fué combatida esta pobl. por los cristianos. Se conquistó en 1319 por los infantes D. Pedro y D. Juan, los maestres de Santiago, Calatrava y Alcántara; y los arz. de
Toledo y
Sevilla, mas no ganaron su cast., y se volvió a perder la pobl. En 1434 Don Diego Rivera, adelantado de la Andalucía, estando batiendo á Alora, fué muerto de una saeta que le tiraron del muro. Fué talada la campiña de esta pobl. por los castellanos en 1456. La sitió el rey D. Fernando en 1484: se combatieron sus
puertas y
murallas, y abatida con la artillería parte de los adarves, se rindió el día 21 de junio partido de que sus moradores pudiesen salir libres con todas sus alhajas. Regresando el Rey a Castilla, dejó para la defensa de Alora a Luis Fernández Portocarrero. El día 14 de abril de 1812 atacó en esta v. D. Francisco Ballesteros a una división francesa, y le tomó bagajes y dos cañones, e hizo algunos prisioneros. Lo mismo aconteció el día 23, atacando a otra
columna enemiga la vanguardia española a cargo de D. Juan de la
Cruz Mourgeon la cual arrolló causándola mucha pérdida.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz.
Madrid, 1845.