Foto cortesía de Rosa
Un
camino muy práctico
En este conjunto de
pueblos y enclaves naturales el pequeño, sinuoso y arriscado Caminito del Rey tiene hoy como ayer un valor fundamental de conexión. Compuesto por
pasarelas de hormigón que vuelan sobre los profundos tajos del
río Guadalhorce en el espectacular desfiladero de los Gaitanes fue construido con una intención meramente práctica, la de unir de forma rápida ambos extremos de un novedoso salto hidroeléctrico a principios del siglo XX.
Hoy, ese camino que durante decenios sirvió para comunicar a los habitantes de la comarca y hacer más fácil y llevadera su vida cotidiana, se encuentra en grave peligro de desaparecer. La acción de la
naturaleza, pero también de la mano del hombre han llevado a la degradación y el abandono de esta pequeña pero impresionante
vía de comunicación y con ello a la pérdida y el olvido de una parte importante de la
historia colectiva de los hombres y los pueblos que se han desarrollo y crecido a su albor.