Aquí tenemos una balsa plastificada, al aire libre, a la que la empresa desplaza los escrementos de los animales, al otro lado de la balsa en medio del
monte, arrojan los escrementos una vez solidificados, y junto a esto un contenedor que recibe los animales, en principio crías, que mueren, todo ello deja un olor nauseabundo por toda la zona y los vecinos tiene que soportar el olor hasta en las horas de
comida.
Ésto es un ejemplo de lo que NO SE DEBE HACER CON LA
NATURALEZA, y de desaprovechamiento de unos recursos.