Hola a todos.
Llegué a Campillos en un verano de 1.979, en 7º de EGB y no salí de allí hasta 1.985, con COU aprobado y Selectividad.
Fuí un chico difícil y nunca dejaré de agradecer a mi familia, a de. José Macías y a muchos profesores e inspectores el gran trabajo que hicieron conmigo. Fué muy duro, sobre todo por aquella época, en la que en muchos casos recibíamos importantes y contundentes cachetazos pero hoy, 21 años después de salir de allí, y de estudiar una carrera universitaria (quién lo diría en mí...!) he logrado ser yo mismo, además de conseguir una buena posición cultural, social y económica. No obstante, sé que tuve suerte al poder regatear algunos malos caminos que no resultaban difíciles de tomar allí, pero al final, puedo sentirme muy satisfecho de mi estancia en ese pueblo, del cual depende a veces mis pensamientos sin quererlo y me obliga a visitarlo cada varios años; hoy, con 41 años, puedo decir que nunca, ni un sólo día, olvido haber estado en ese colegio; creo que es algo que me acompañará siempre. Malos ratos pasé muchos, aquello era muy duro por aquellos años, pero también recuerdo muy buenos momentos y también amigos. En lo negativo, Campillos, el Colegio San José, me inculcó un carácter un tanto rígido e intransigente, debido a la educación casi militar que allí se impartía; en lo positivo, me convirtió en un hombre muy fuerte ante las adversidades, con un gran carácter y personalidad, también me inculcó un gran respeto por las personas y mucho más aún por las personas mayores que nosotros. A Campillos le debo, también, saber escribir sin faltasa de ortografía (alguna falta en un examen te podía costar un fin de semana castigado), hoy, sin embargo, resulta normal encontrar licenciados universitarios que no saben escribir.
El balance fue positivo, claro que. Eran otros tiempos.
Mi más sincero agradecimiento a todas aquellas personas del Colegio San José que me ayudaron a convertirme en un hombre responsable.
Un cordial saludo.
Llegué a Campillos en un verano de 1.979, en 7º de EGB y no salí de allí hasta 1.985, con COU aprobado y Selectividad.
Fuí un chico difícil y nunca dejaré de agradecer a mi familia, a de. José Macías y a muchos profesores e inspectores el gran trabajo que hicieron conmigo. Fué muy duro, sobre todo por aquella época, en la que en muchos casos recibíamos importantes y contundentes cachetazos pero hoy, 21 años después de salir de allí, y de estudiar una carrera universitaria (quién lo diría en mí...!) he logrado ser yo mismo, además de conseguir una buena posición cultural, social y económica. No obstante, sé que tuve suerte al poder regatear algunos malos caminos que no resultaban difíciles de tomar allí, pero al final, puedo sentirme muy satisfecho de mi estancia en ese pueblo, del cual depende a veces mis pensamientos sin quererlo y me obliga a visitarlo cada varios años; hoy, con 41 años, puedo decir que nunca, ni un sólo día, olvido haber estado en ese colegio; creo que es algo que me acompañará siempre. Malos ratos pasé muchos, aquello era muy duro por aquellos años, pero también recuerdo muy buenos momentos y también amigos. En lo negativo, Campillos, el Colegio San José, me inculcó un carácter un tanto rígido e intransigente, debido a la educación casi militar que allí se impartía; en lo positivo, me convirtió en un hombre muy fuerte ante las adversidades, con un gran carácter y personalidad, también me inculcó un gran respeto por las personas y mucho más aún por las personas mayores que nosotros. A Campillos le debo, también, saber escribir sin faltasa de ortografía (alguna falta en un examen te podía costar un fin de semana castigado), hoy, sin embargo, resulta normal encontrar licenciados universitarios que no saben escribir.
El balance fue positivo, claro que. Eran otros tiempos.
Mi más sincero agradecimiento a todas aquellas personas del Colegio San José que me ayudaron a convertirme en un hombre responsable.
Un cordial saludo.