Siglo XIX. Según apuntes Históricos de la época, Doña Trinidad Grund, hizo construir a sus expensas esta
Ermita en la cúspide de
Sierra Blanquilla, con tan mala fortuna, que un día antes de su inauguración prevista para el día de
San Miguel, en el transcurso de una aparatosa
tormenta, cayó un rayo sobre este
edificio que prácticamente quedó destruido, considerándose como un milagro, que las imágenes religiosas que en ella había, quedaran intactas y sin ningún daño. La
foto me la cede mi
amigo Alfonso.