Nací en la campiña de Cártama, en la loma de Gorrinos. Viví hasta los 18 años en el cortijo de las Proveedoras. A esa edad emigré a Barcelona y en ella me encuentro todavía. Deseso hace ya 45 años. Hablo catalán, pero mi corazón está allí. En aquella campiña, que ya no existe. Atravesada por canales, caminos rurales, nuevas carreteras y autovías y el AVE, que discurre por los lugares donde jugué, donde trabajé, donde trabajé y donde pasé mil penalidades; frios, calores, caminar descalzo por el barro en el invierno y por los rastrojos y heriales en el verano. El asfixiante "terras" del verano hacía los días interminables y los frios vientos del invierno y los largos días de lluvia nos hacía permanecer metidos en la casa con la chimenea encendida, noche y día, consumiendo troncos de higuera y paja.
Desde allí se veía el pueblo blanco, en la falda de la sierra, con la ermita, blanca, construída en el mismo lugar que existió desde siglos el castillo, que fue fortalea y lugar de defensa de las distintas culturas que allí se asentaron desde su fundación, cullos últimos moradores fueron los árabes, hasta que los cristianos, creo que fue en 1484, lo ocuparon por la fuerza. Siempre me dijeron que "habían expulsado a los moros" y yo me hacía la idea que eran gentes extraña (extranjeras); pero pensando bien he llegado a la conclusión que a quienes expulsaron eran a gentes tan naturales de Cártama como lo soy yo y los que en ella siguen viviendo, pues muchos de ellos debían ser descendientes de los Iberos, pueblos autóctonos de la Península, de los cartagi8neses.delosromanos, de los visigodos, los bereberes, etc.
Creo, que en definitiva de lo que se trataba era de que tenían una cultura diferente, pues religiones se practicaban la musulmana, la cristiana y la judía. En definitiva, fue que una religión decidió que sólo ella debía imperar sobre la Península, como "verdadera", y por la fuerza de las armas así lo impusieron, amiquilando toda una cultura que hacía 800 años que inició su andadura. ASí que estoy convencido que no se expulsó a unos señores que fueran de otro continenete, sino que quienes fueron expulsados fueron lo hijos de Cártama. Tengo dudas de si yo seré descendiente de aquellos que moraron tantos siglos sobre esas tierras y de los ocupantes, que hace poco más de 500 años que se señorearon de los territorios.
Que sí, que aunque hace 45 años que emigré de Cártama, la siento dentro de mi, y alguna poesía tengo escrita para Cátama y su entorno, que no se si algún dia será publicada.
Aún me queda familia por ahí, y deseando stoy de hacerme una excursión por Cátama para recorrer y rememorar los lugares por donde discurrió mi infancia y mi juventud.
Lo que más me apena es que el río Guadalhorce ya no lleve agua, que en invierno no anegue los naranjales de sus huertas, que no haya peces bajo el puente de hierro, donde bajo la presa de Ventarromero, que cogía agua para el riego de sus huertas, nos ibamos a bañar en verano; en sus aguas limpias. Y si el río no lleva agua es porque los arroyos tampoco corren y simplemente no existen, pues plantados están sus márgenes de limoneros y otros frutales.
De todos modos Cártama nunca dejará de ser Cártama, "la escondida".
Existió un poblado algo más arriba de Las Proveedoras" que se llamó "el Catamón". Lo.
Desde allí se veía el pueblo blanco, en la falda de la sierra, con la ermita, blanca, construída en el mismo lugar que existió desde siglos el castillo, que fue fortalea y lugar de defensa de las distintas culturas que allí se asentaron desde su fundación, cullos últimos moradores fueron los árabes, hasta que los cristianos, creo que fue en 1484, lo ocuparon por la fuerza. Siempre me dijeron que "habían expulsado a los moros" y yo me hacía la idea que eran gentes extraña (extranjeras); pero pensando bien he llegado a la conclusión que a quienes expulsaron eran a gentes tan naturales de Cártama como lo soy yo y los que en ella siguen viviendo, pues muchos de ellos debían ser descendientes de los Iberos, pueblos autóctonos de la Península, de los cartagi8neses.delosromanos, de los visigodos, los bereberes, etc.
Creo, que en definitiva de lo que se trataba era de que tenían una cultura diferente, pues religiones se practicaban la musulmana, la cristiana y la judía. En definitiva, fue que una religión decidió que sólo ella debía imperar sobre la Península, como "verdadera", y por la fuerza de las armas así lo impusieron, amiquilando toda una cultura que hacía 800 años que inició su andadura. ASí que estoy convencido que no se expulsó a unos señores que fueran de otro continenete, sino que quienes fueron expulsados fueron lo hijos de Cártama. Tengo dudas de si yo seré descendiente de aquellos que moraron tantos siglos sobre esas tierras y de los ocupantes, que hace poco más de 500 años que se señorearon de los territorios.
Que sí, que aunque hace 45 años que emigré de Cártama, la siento dentro de mi, y alguna poesía tengo escrita para Cátama y su entorno, que no se si algún dia será publicada.
Aún me queda familia por ahí, y deseando stoy de hacerme una excursión por Cátama para recorrer y rememorar los lugares por donde discurrió mi infancia y mi juventud.
Lo que más me apena es que el río Guadalhorce ya no lleve agua, que en invierno no anegue los naranjales de sus huertas, que no haya peces bajo el puente de hierro, donde bajo la presa de Ventarromero, que cogía agua para el riego de sus huertas, nos ibamos a bañar en verano; en sus aguas limpias. Y si el río no lleva agua es porque los arroyos tampoco corren y simplemente no existen, pues plantados están sus márgenes de limoneros y otros frutales.
De todos modos Cártama nunca dejará de ser Cártama, "la escondida".
Existió un poblado algo más arriba de Las Proveedoras" que se llamó "el Catamón". Lo.