Se refiere a la figura del alcalde en sí misma, no a la persona que ocupa el cargo. Naturalmente que quien pretenda quejarse de cualquier actuación pasada tendrá que dirigirse al alcalde, esté o no esté, sea interino, accidental, en funciones o electo. De todos modos, en Torrox da exactamente igual la persona que esté ocupando el sillón consistorial, puesto que quien manda es una oligarquía al margen de las personas públicas; esto se llama "poder fáctico" ¿te suena algo?