El blanco caserío de puertas y ventanas azules, en la escalonada ladera situada; con calles y callejuelas estrechas y serpenteantes, a veces con escaleras que hacen difícil el tránsito de personas y, sobre todo el acarreo de alimentos y mercancías, permanece a través de los años casi inmutable en sus orígenes morunos. Ahora aspira a dar nombre a uno de los automóviles de la marcha Seat, le deseo suerte y lo consiga.