Una buena parte de la población es eminentemente agrícola. La jornada del
campo en otro tiempo fue agotadora pues prácticamente era de sol a sol con breves descansos para las
comidas. Hoy ha mejorado gracias al empleo de nuevas técnicas agrícolas. El traslado hasta la
finca, en muchas ocasiones, se hacía a lomo de burro o
caballo y, con ayuda de animales, el agricultor preparaba su yunta para la realización de las faenas de arado,
trilla, etc. Hoy se ha mecanizado mucho no solo el transporte sino incluso el laboreo del campo.