Cuánto odio albergais , estuvisteis años y años con el bastón de mando y ejerciendo la tiranía , oprimiendo a todo aquel que no comulgaba con vuestra forma de gobierno. Eraís una mayoría, una mayoría comprada, comprada por los contratos de trabajo, esos que os mantenian sin tener que salir del pueblo como a otros igualejeños a buscar la habichuelas. Erais, perdon, os creiaís, en la corte de Luis XVI eso sí , sin acceso al tesoro; ese acceso solo estaba permitido para el reyezuelo, los demas a mendigar el mendruguito de pan.
Ahora llegó otra etapa que vosotros estais padeciendo. Tenía que llegar tarde o temprano, estais justo al otro lado y parece que no os gusta. Os sentis destronados; bueno, ya pasará , descansad para que volvaís con fuerza , recapacitad , enmendad vuestros errores en la medida de lo posible y no penseis que el estar en ese lado en el cual estais ahora es un castigo. Eso es la gloria, el infierno está cuando ostentais el bastón de mando, palabra.
Ahora llegó otra etapa que vosotros estais padeciendo. Tenía que llegar tarde o temprano, estais justo al otro lado y parece que no os gusta. Os sentis destronados; bueno, ya pasará , descansad para que volvaís con fuerza , recapacitad , enmendad vuestros errores en la medida de lo posible y no penseis que el estar en ese lado en el cual estais ahora es un castigo. Eso es la gloria, el infierno está cuando ostentais el bastón de mando, palabra.