Para el surtido del vecindario hay
agua suficiente y bien distribuida: en el centro de la
plaza de la Constitución, se eleva una
fuente de piedra blanca que da cuatro
caños de agua regular, vacían en un vaso circular de 5 varas de diámetro y descuella en medio una
columna cuadrada y labrada al capricho, sostenedora de una taza también circular en su remate: alrededor de dicha fuente hay 12 marmolillos de igual piedra, con cadenas gruesas de hierro, que van del vértice de unos a otros, quedando cuatro
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