Construida en el siglo XVI sobre una antigua
iglesia mozárabe semirrupestre. Su única nave fue restaurada a principios del siglo XVIII mientras que la
fachada actual, de estilo neogótico, data de la primera década del siglo XX. En su interior alberga la imagen de la
Virgen de la Fuensanta, patrona de
Pizarra.
El
edificio consta de un atrio construido y de una sola nave excavada en la
roca y dividida en tres tramos mediante
arcos fajones apoyados en
placas, cubriéndose el más próximo a los pies con
bóveda vaída y los otros dos con
bóvedas de arista con
rosetones en la clave, cuyas yeserías nos sitúan en la primera mitad del s. XVIII.
Fue restaurada a comienzos del siglo XX, sustituyendo entonces el
retablo de madera por el actual de mármol y dotándola de una
portada Neogótica.
Según la leyenda, en 1566, al hundirse un tabique de adobe se encuentra una
hornacina que alberga una talla de Sta. María de la Concepción. La imagen fue enviada al entonces obispo de
Málaga, Don Francisco Blanco Salcedo, el cual conocedor del deseo de los lugareños de retenerla, la devuelve y manda erigir una
ermita en el lugar donde apareció. Esta será levantada sobre la base de una iglesia mozárabe del s. X allí existente. Durante la construcción brota un manantial de
agua que da a la nueva ermita la advocación a la Virgen de la
Fuente Santa de Pizarra.
Ya en 1588 se conoce el nombre del ermitaño de Nuestra Señora de la Fuensanta, Fray Cristóbal Méndez, al que se alude como “ermitaño del Peñón” y que sería sucedido por Fray Juan en 1611.
El día 10 de mayo de 1635 D. Fray Antonio Enríquez de Porres, Obispo de Málaga, visita nuestro
pueblo y, habiendo escuchado las quejas de los feligreses y del ermitaño Marcos Pérez (quien a sus propias expensas había fabricado en el
santuario “una
casa y
torre para poner la
campana”) contra los mayordomos de la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta, extramuros de la población (algunos de ellos vecinos de la villa de
Álora) por no haber rendido cuentas de su administración desde 1625, decreta que a la mayor brevedad las rindiesen y que en lo sucesivo la mayordomía de Nuestra Señora no recayese jamás sino en un vecino de la Pizarra.
La iglesia mozárabe que se hallaba en los cimientos de la actual Ermita es una de las pocas de las que aún quedan vestigios en Málaga. Podemos catalogarla como semirrupestre, parcialmente excavada en la roca, tenía una sola nave y aparentemente era cenobítica, esto es, vivía en ella una comunidad de religiosos.
Esta construcción está claramente relacionada con el poblado mozárabe de Castillejos de Quintana dada su proximidad geográfica y cronológica.
Foto tomada por Jose Ramón el 13.11.2010