El
puente Nuevo es el
monumento más emblemático de la ciudad malagueña de
Ronda y fue construido entre 1751 y 1793. Une las zonas histórica y moderna de la ciudad salvando el Tajo de Ronda, una garganta de más de 100 metros de profundidad excavada por el
río Guadaleví
En 1735 se construyó el primer puente, derrumbándose seis años más tarde y matando a 50 personas. Al parecer la falta de apoyos, el mal cerramiento del
arco y la mala ejecución de la obra hicieron que el puente colapsara.
No fue hasta 1751 cuando se decidió emprender la construcción de un nuevo puente. Para sufragarlo hubo que recoger 15.000 reales de la Real Maestranza e imponer un impuesto en la
Feria de Mayo. En su realización intervinieron diversos maestros, aunque el más destacado fue José Martín de Aldehuela, quien finalizó la obra. Finalmente fue inaugurado en mayo de 1793.
De sillería de
piedra, el puente presenta un arco central de medio punto apoyado en otro más pequeño por el que transcurre el río. En la parte superior, se encuentran las dependencias del puente que, en otros tiempos, fueron utilizadas como prisión, a cuyos lados se abren otros dos
arcos, también de medio punto, que sostienen la estructura que soporta la
calle. Más tarde funcionó como
mesón y actualmente, es un centro de interpretación del entorno y la
historia de la ciudad.